Capítulo 18.
Jimin se corrió a un lado cuando sintió pasos detrás suyo. Sintió miedo en un primer momento, pero se calmó cuando vio que el alfa solo agarró dos vasos. Respiró aliviado.
—Gracias.
—No hay porqué. Como dije, ayudarte a bajar un vaso o a hacer algo no me hace menos alfa.
Jimin miró al alfa que estaba a unos pasos de él, este le sonrió y él trató de devolverle la sonrisa, la sonrisa era hermosa. Su cachorro salió de su escondite y bostezó.
—Hola, pequeño —dijo Jungkook sin acercarse, sabía que tanto el omega como su cachorro no podían tener a una persona cerca.
Jaehyun miró a Jimin. En su mirada había una clara pregunta y el omega la entendió perfectamente.
—Él es el señor que te regaló tu dino, amor.
Jungkook vino unas veces más después de regalarle el peluche al omega, pero daba la casualidad de que el cachorro siempre estaba durmiendo y nunca pudo ver a la persona que le regaló el juguete. En la cara del pequeño apareció una sonrisa y volteó hacia Jungkook.
—¡Nino! —dijo el menor.
—Si, angelito, él te regaló tu dino.
Algo en el pecho de Jungkook se sentía tibio. Se sintió demasiado bien ser la causa de la sonrisa del pequeño, se sintió demasiado bien ser la causa por la cual estaba emocionado. Ver esa pequeña sonrisa hizo que él también lo hiciera y con hoyuelos incluidos.
—¿Te gustó el regalo? —preguntó el alfa. El bebé asintió.
—No se separa de él —agregó el omega.
—Me pone feliz saber que le gustó.
—Usted lo hizo feliz.
"Hicimos feliz a nuestro cachorro"
Jungkook se sentía confundido. ¿Nuestro cachorro? ¿A qué venía eso?
Jimin terminó de acomodar un par de cosas y se sentaron. El silencio era incómodo, ninguno sabía qué decir. Jimin trataba de estar tranquilo y que su cabeza no jugara en su contra, estaban bien, Jungkook no les haría daño, ¿verdad?
Jeon no sabía qué decir, no quería ser irrespetuoso y preguntar algo que no debía. Se estaba debatiendo temas de conversación, pero no había nada. Tampoco quería asustar al omega con algún movimiento o algo que le hiciera pensar en algo incorrecto.
Pero Jaehyun aliviaba la situación con sus palabras inentendibles y risas contagiosas que los hacían reír a ambos. El pequeño no parecía estar incómodo con la presencia de Jungkook y era extraño, no le gustaba mucho estar en presencia de los alfas, siempre se ponía inquieto e incómodo y era así en un principio, pero algo hizo que se sintiera a gusto con él.
—Eh, ¿eres de por aquí? —preguntó Jungkook tratando de romper el incómodo silencio.
Jimin no respondió rápido, se tomó su tiempo. Dio un trozo de pizza a Jaehyun y se pensó que contestar.
—N-No, no soy de aquí —dijo nervioso.
Hace mucho no comparte la mesa con otro alfa y aunque suene tonto es una lucha para el castaño. Cuando bastantes alfas quisieron dañarte o te dañaron, tus sentidos incorporan una especie de alerta solo con ver a personas de esa casta y ese es el caso de Jimin. Su omega está alerta con cualquier alfa y aunque este le dice a Jimin que Jungkook no es malo, su mecanismo de defensa le dice todo lo contrario, su lado racional le llena la cabeza con miles de cosas.
—¿De dónde eres?
—Bueno...
—Haa~ —llama el pequeño.
—¿Qué pasa, cariño? ¿Quieres más comida?
El menor asiente y Jimin sonrió por haberle entendido.
—¿Cómo haces para entenderle?
Una pregunta capaz algo innecesaria, pero a Jungkook le daba curiosidad.
—Pues... no lo sé. Soy su madre, estoy acostumbrado a algunas palabras y sé su significado. Muchas de ellas se las enseñé yo, así que es más fácil creo yo.
—Yo tardaba años en entenderle a mis hermanos cuando me pedían algo.
Por un momento pensó que diría "mis hijos", se alivió de no escuchar eso.
Jimin seguía dándole pequeños trozos a Jaehyun y Jungkook seguía debatiéndose temas para charlar.
—Así que... ¿de dónde eres?
—Bueno... yo soy de Daegu.
Jungkook lo miró por un momento, era lejos de Seul.
—Wow, eso es bastante lejos.
—Eh, sí, es algo lejos.
Miraron sus rebanadas de pizzas sin saber que más decir. Jimin se debatió en si preguntar algo o no, no estaba seguro de hacerlo.
—T-Tú... ¿eres de aquí?
—A decir verdad no, no soy de aquí. Soy de Busan.
—E-Eso también está algo lejos.
—Si...
Jungkook cumplió su objetivo, se encontraba más tranquilo y el tema de su hermana no era tan fuerte como antes. Seguramente su mente jugaría en su contra más tarde, pero por el momento estaba bien. De algún modo Jimin le causaba tranquilidad y su cachorro también, estar en ese ambiente le daba paz. Además el aroma al omega, el suave olor a bebé y a vainilla le daba el toque, ese toque hacía que Jungkook encontrara la paz absoluta.
—Estaba... muy rico todo —dijo tímidamente.
Jungkook miró la caja de pizza que estaba sobre el duro mármol, en esta todavía habían dos porciones más.
—Quedan dos porciones, si quieres cómelas.
—Gracias, pero los dos ya estamos satisfechos, ¿verdad, cielo? —le preguntó Jimin a su hijo, quien asintió y le sonrió a Jungkook. El alfa también le sonrió.
El alfa ayudó a Jimin a levantar las cosas y limpiar un poco, también le había dicho si quería que lavara los trastes.
—No es necesario, puedo hacerlo.
—Déjame hacerlo, por favor.
—No tiene porqué.
—Bueno... si tengo. Te molesté y comí en tu...
—Mi nada. —dijo Jimin serio—. E-Esto no es... no es nada mío.
—No está a tu nombre, pero es tu habitación, es tu espacio y yo vine a meterme en él. Discúlpame si te molesté, no tengo muchos amigos y hoy no fue un muy buen día y tú eres una de las únicas personas que conozco aquí... disculpa si te molesté.
—Usted no me molestó y le aseguro que a mi cachorro tampoco —dijo mirando al bebé que ahora se encontraba gateando y jugando con su dinosaurio.
—Le gustó el peluche por lo visto.
—Si, le encantó. Muchas gracias.
—No es nada, de verdad. Sabes, no me molesta que me trates de usted, bueno si lo hace un poco. Lo que quiero decir es, me puedes llamar Jungkook, me hace sentir viejo que me traten así, no paso los veinte —dijo algo indignado.
—Yo, em, lo si-siento.
—Tranquilo, no pasa nada. Solo dime Jungkook.
—Claro... Jungkook.
El alfa sonrió y Jimin jura que su sonrisa es una de las maravillas del mundo. Podría quedarse horas mirando la sonrisa del mayor, podría quedarse horas admirando sus dientitos o todo su rostro. Si, su omega estaba loco por Jungkook y Jimin, Jimin solo quiere no sentir.
El omega terminó ganando la pelea de quien lavaba los trastes y Jungkook se ofreció a secar, Jimin se rehusó a que haga eso, pero el mayor lo terminó convenciendo. Terminó de secar lo poco que habían utilizado y el omega se había ido a lavarle la colita a su bebé para poder ponerle un pañal de tela limpio.
—¿Él no usa pañales, pues, comunes? No sé como se llaman, disculpa.
—No tengo el dinero suficiente para comprarlos en este momento. Los pañales de tela son mi último recurso —Jeon asintió.
—Lo siento si te hice sentir mal de algún modo o si no te gustó mi pregunta.
Jimin le sonrió. No se solían preocupar por como se sentía con algunas preguntas muy a menudo.
—Tranquilo, no pasa nada, no fue tu intención que me sintiera de algún modo.
—Igual disculpa.
—No es nada... no me gusta la idea de que ni siquiera le puedo comprar pañales a mi hijo —confesó Jimin con la mirada gacha.
—Hey, está bien. Tratas de darle lo mejor posible.
—A veces no es suficiente —susurró.
Quería abrazarlo, se veía tan mal en este momento. No sabe lo que se siente, así que no puede decirle un "si, lo sé".
—Te diría que sé lo que se siente, pero no lo sé. Lo que si sé, es que el amor, a veces es todo lo que importa, de nada sirve tener todo si no tienes ni una gota de amor. Así que déjame decirte que ese pequeño es muy afortunado porque lo amas y si, capaz no tengas todas las posibilidades del mundo, pero vas a poder darle cosas mejores. Solo espera un poco y verás, todo mejora.
A veces necesitaba esas palabras, necesitaba que alguien le diga que todo iba a estar bien, necesitaba que alguien le dé aliento para seguir.
La mayoría de las personas lo veían con desprecio por vivir en las calles, otros lo ignoraban y los demás solo le decían que hubiese pensado antes de abrir las piernas, no había muchas palabras de aliento en su vida. Así que, que Jungkook le diga aquello lo hacía sentir bien, lo hacía sentir jodidamente bien.
—Gracias, yo... necesitaba oír que todo va a mejorar, aunque dudo que lo haga.
—Pues, estás viviendo aquí, eso ya es una mejoría.
—Esto es gracias a us- ti. No tengo como darle este tipo de cosas, si no fuera por ti mi cachorro estaría enfermo en estos momentos.
Jungkook terminó de secar y supuso que ya era hora de volver a su departamento. Así que se lo comunicó al omega que estaba cambiando al bebé.
—¿Jimin? —llamó el alfa acercándose al marco de la puerta.
La escena que observó lo hizo sonreír. El rostro de Jimin estaba en el estómago del pequeño y el omega hacía pequeños ruidos para que le dieran cosquillas. Jaehyun estaba a las carcajadas y se podían escuchar pequeñas risitas de parte del castaño. El omega no se percató de la presencia del mayor hasta que escuchó un carraspeo detrás de él, se volteó y sus mejillas empezaron a arder un poco.
—Dis-Disculpa. ¿Me hablaste? —dijo volviendo la atención a su bebé para terminar de vestirlo.
—Te quería decir que ya me voy.
Un puchero inconsciente apareció en los labios del castaño mientras le ponía las media a su bebé.
"No quiero que te vayas"
No fue tan terrible compartir un espacio con el alfa, es más, fue mucho más fácil de lo que pensaba. Si bien no confía cien por ciento en Jungkook, no se sentía incómodo con su presencia. Capaz al principio fue difícil, pero se acostumbró a ello, de alguna forma se sintió hasta cómodo, no quería que se vaya.
—Claro. Dame un minuto.
—Los que quieras.
Jimin terminó con Jae y lo alzó. Se dirigieron hasta la puerta.
—Dile adiós a Jungkook, cielo.
—O-Os —dijo el pequeño con una tierna sonrisa y despidiéndose con la mano.
Jungkook volvió a sentir algo tibio en el pecho, ese cachorro lo hacía sentir diferente.
—Hasta pronto, pequeño. ¿Te puedo dar un beso? —dijo preguntándole lo último más a Jimin que al pequeño.
—Em, no se siente muy cómodo con alfas, aunque no se mostró diferente contigo.
Jungkook dio dos pasos hacia delante acortando un poco la distancia entre ellos. Se agachó un poco para poder darle un beso en la mejilla al bebé. Le dio un beso bastante ruidoso, a lo que Jaehyun rió.
La respiración de Jimin era muy rápida, su corazón se estaba por salir. Jungkook estaba muy cerca y lo ponía alerta, odiaba que lo ponga así. Jeon se dio cuenta de que el menor estaba un poco más pálido y se alejó lo más rápido que pudo.
—Lo siento —dijo Jimin.
—No te tienes que disculpar.
—Arruiné el momento de Jaehyun, él no se comporta así con todos los alfas. Así que es algo así como un avance.
—Tranquilo, tuvimos nuestro pequeño momento. ¿Así que se llama Jaehyun?
—Si...
—Es un bonito nombre —es tan bonito como tú—. Creo que es hora de irme.
—Adiós, Jungkook.
—Hasta pronto, Jimin —dijo sonriéndole y alejándose.
"Dijo hasta pronto"
Jimin sonrió inconscientemente al cerrar la puerta.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro